Orlando furioso, tomo I de Ludovico Ariosto
Con grandes risotadas se los lleva envueltos en la res hasta su albergue; no mira si es doncella o caballero, si son muchas o pocas virtudes: come sus carnes y sus sesos sorbe, bebe su sangre y tira el esqueleto, y con pieles humanas ornamenta por todas partes su mansióm horrenda. |