Relaciones misericordiosas de László Krasznahorkai
No aceptaba "el todo", ni las salidas del sol que presentaban con burlona grandeza el sinfín de tormentos, ni las puestas de sol que no cesaban de advertir de la imposibilidad de la salvación, ni la sucesión abismal, entre salida y puesta, de horas sin esperanza alguna, ni los otońos que ponían contra las cuerdas el corazón, ni los inviernos que ponían contra las cuerdas la mente.
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