EL PROSCRITO. EL SEÑOR DEL TIEMPO. LIBRO 2 de Louise Cooper
La pared de oscuridad les dio de lleno al barrer la calle con la rapidez y la furia de un maremoto. Drachea oyó la voz del Warp elevándose en un estruendoso crescendo de triunfo, y vio un torbellino de formas retorcidas que se le echaban encima, venidas de ninguna parte. Por un instante, sintió que Cyllan le agarraba una mano; después, un martillazo de agonía pareció romper todos los huesos de su cuerpo, y con él llegó un abrasador olvido. |