Cuando tu llegaste de Lisa Kleypas
—Puede que odies que te mientan, milord —murmuró—, ¡pero ni la mitad de lo que yo odio acostarme sola!
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Cuando tu llegaste de Lisa Kleypas
—Puede que odies que te mientan, milord —murmuró—, ¡pero ni la mitad de lo que yo odio acostarme sola!
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