¿Dónde está mi héroe? de Lisa Kleypas
(…) A lo largo de los años, su antipatía mutua aumentó hasta que no podían estar en la misma habitación sin enzarzarse en una discusión que ahuyentaba a los demás. Lydia había intentado mostrarse indiferente con él, pero tenía algo que la provocaba hasta lo más profundo de su ser. Cuando estaba con él decía cosas que no quería decir, y después se pasaba horas reflexionando amargamente sobre sus conflictivos encuentros. Durante una de sus peleas, Linley la había bautizado con el exasperante apodo de «Lydia Logaritmos», que la familia y los amigos todavía usaban a veces para fastidiarla. Y ahora, finalmente, había tratado de frustrar su compromiso con lord Wray. |