Apropiación indebida de Lena Andersson
(…) pensó que esta nueva sinceridad nacía de un sentimiento de mayor cercanía. En la intimidad no hay ningún deseo de mentir. La mentira requiere una cierta dosis de deshumanización, al menos en el instante de pronunciarla. La mentira es una coraza. No mentir cuando la tentación de hacerlo se presenta es mostrarse desnudo.
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