El mundo se vuelve sencillo de Laura Gost
[...] la facilidad con la que las cosas que un día fueron importantes se vuelven memoria blanda me provoca una angustia que solo sabría aliviar con la purga posterior a una comida grasienta, pesada y sin gracia: una pizza precocinada, con textura de chicle, devorada directamente del envase y sin ningún golpe de horno; un bote de salsa carbonara industrial engullido con avidez, la boca directamente al vidrio; una croqueta congelada sin descongelar, con el crack-crack del hielo pegajoso que recubre el sucedáneo de pan rallado y que todavía está frío cuando el estómago la expulsa.
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