Gus de Kim Holden
Estoy en el punto de inflexión de una transformación que comenzó hace meses, una decisión intencional puesta en marcha. Y se siente tan jodidamente bien. Me he dado cuenta de que mi felicidad, mi vida, recae directamente sobre mis hombros. Nadie lo va a hacer por mí. Yo soy quien lo hace o lo rompe. Es una eleccion. Una elección que exige acción a cambio de recompensa. La ociosidad y la complacencia conducen a la mediocridad. A veces, la acción es muy reñida, pero ahí es cuando la recompensa es mayor. Ahí es cuando suceden grandes cosas. No cosas buenas, sino cosas épicas. Y me he enamorado de lo épico. Es la única forma de vivir.
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