Pecado de Katy Evans
—Prométeme que te detendrás si te lo pido. —No lo me lo vas a pedir —me garantiza mientras me acaricia la parte interna del muslo con la mano. —No me obligues a hacer una promesa. —¿Por qué? —Porque he roto todas las promesas que he hecho y, si te hago una, solo desearé romperla. —¿Por qué rompes tus promesas? —Porque puedo. Separa las piernas. |