Olor a hormiga de Júlia Peró
Las mujeres tiemblan como si no les importase temblar. Tiemblan igual que una llama, por naturaleza. Han crecido temblando, se han habituado al ambiente. Los hombres solo tiemblan a escondidas. Tímidamente, casi con temor. Hay una fuerza que no tienen y que las mujeres sí. Las mujeres saben hacerlo bien porque tienen años de experiencia.
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