Las horas oscuras de Juan Francisco Ferrándiz
-Mi vida por la de todos estos monjes, por la del hijo de Patrick,[...] Los druidas asintieron y se dispusieron a abandonar la cámara sin demora. El trayecto hasta Mothair era largo, y Finn y Euthne debían conocer aquel secreto cuanto antes. La tensión reinante era tanta que nadie advirtió que el scramax había desaparecido. |