La joven vampira: 6 de Joseph Henri Rosny Aînée
La joven de la que hablo era la tercera hija de mister y mistress Grovedale, y se distinguía de sus hermanas porque era con mucho la más guapa; cuando la conocí, era incluso increíblemente guapa. Con eso quiero decir que a su belleza se sumaba algo extraordinario, o acaso debería decir sobrenatural. Para empezar, su rostro era ni más ni menos blanco que esta hoja de papel, lo cual debería volverla un tanto aterradora. Pero por alguna razón, no resultaba aterradora en absoluto. Al contrario, era "fascinating", como dicen nuestros vecinos. Y es que sus ojos, su cabello y su boca redimían la excesiva palidez de su piel. No sabría decir qué era más tentador, si aquella flamígera espesura que crecía en su cabeza, aquellos ojos patéticos, inmensos e insaciables, o aquellos labios, tan rojos como la flor del balístico...
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