El libro vacío. Los años falsos de Josefina Vicens
Ninguno de ellos pudo escoger sus monumentos, ni sus inscripciones, ni sus flores. Todo quedó al arbitrio de los deudos que en el primer momento siempre exageran y dejan testimonios de amor y dolor eternos, que al poco tiempo se convierten en la visita anual obligatoria y más tarde en el total abandono. (LAF) |