El libro vacío. Los años falsos de Josefina Vicens
Y lo único que honestamente puedo expresar es que lo que quisiera escribir, o ya está escrito en los libros que me conmueven, o será escrito algún día por otros hombres, en unos cuadernos que no se parecerán en nada a los míos, tan tristemente llenos, éste, de impotencia, y el otro, de blanca e inútil espera. De la espera más difícil, de la más dolorosa: la de uno mismo. Ya he tenido suficiente tiempo para darme cuenta, para saber hondamente que no puedo hacerlo. ¿Qué es lo que espero entonces? ¿Por qué me empeño en mantener vivo, abierto y ávido, ese cuaderno en el que todavía no he podido escribir una sola línea? Sé que me está esperando; su vacío me obsesiona y me tortura, pero si algo pudiera escribir en él, sería la confesión de que yo también me estoy esperando desde hace mucho tiempo, y no he llegado nunca. Tal vez por eso estoy siempre triste. Puse en mí mismo una confianza absurda, nacida de no sé qué vanidad. Así como tracé un plan cuando pretendí escribir una novela, del mismo modo, desde muy joven, hice un apasionante proyecto de mi vida. Esquemas, proyectos, siempre lo mismo. |