El libro vacío. Los años falsos de Josefina Vicens
Y no era timidez. No; era avidez. Lo quería todo y no me resignaba a elegir, porque la elección significaba un corte al total anhelado. Ahora pienso que quizá, muy dentro de mí, presentía que después no iba a tener casi nada de lo que entonces deseaba con tanto ardor. Que tal vez me defendía de la mediocridad en que después iba a hundirme. Pero ¿qué hacer? Sin notarlo, sin sentirlo casi, la vida me colocó en este primer peldaño del que ya no puedo pasar. |