Diario de Dimas de José Lluis Maestro Sarrión
Los ojos de un cadáver no pueden brillar. Viven fuera de toda luz. Quizás fue un reflejo de la misma miel o el propio deseo fingido de los que allí estábamos.
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Diario de Dimas de José Lluis Maestro Sarrión
Los ojos de un cadáver no pueden brillar. Viven fuera de toda luz. Quizás fue un reflejo de la misma miel o el propio deseo fingido de los que allí estábamos.
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