El Periquillo Sarniento de José Joaquín Fernández de Lizardi
Si mi primer maestro no era para el caso por indulgente, éste lo era menos por tirano; si aquél era bueno para mandadero de monjas, éste era mejor para cochero o mandarín de obrajes. Es un error muy grosero pensar que el temor puede hacernos adelantar en la niñez si es excesivo. |