Un ángel no debería morir de Jorge Zaragoza Gómez
Clara permaneció de pie, el teléfono en su mano, con la mente concentrada en las palabras de su padre. Durante muchos años ella misma había sido testigo de mujeres a las que la sociedad ignoraba, mujeres prostituidas a la fuerza por las mafias, víctimas de trata desde su infancia. Mujeres que como bien había expresado su padre, no importaban a nadie, aunque estuvieran en el año 2009.
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