Obra Poética, antología. de Jeremías Marquines
IV Para Citlali Guerrero Trato de no pensar en tu sexo mientras escribo. Una columna de hormigas pasa confundiéndose con un ciervo. En una celda dos gnomos leen a Spinoza, y es imposible que la eternidad sea un pájaro carpintero que da la bienvenida a la lluvia. Escucho. Las hormigas me sugieren un abeto poco civilizado que los pájaros desprecian. No tengo manos, tengo demoras tatuadas por castigo. Entiendo que afuera el mundo se desarma, que lejos de tu sexo, destinado a detener la muerte, no se puede vivir. |