Colmillos de Jacobo Feijóo
Entonces recordé una nana que me cantaban de pequeña. Yo era una mocosa y no logró hacer memoria de quién me la cantaba, pero me gustaba mucho. Siempre que me pongo nerviosa, la recuerdo y logro calmarme y ponerme de buen humor. Dice asi: Cuando tengas un problema, sea grande o pequeño, piensa frunciendo el ceño. ¡Piensa en el tema! No te pongas nerviosa temblando como un flan, no brames como una osa. ¡Eso es mal plan! Y si te quedas atascada de tanto darle al pensamiento, invoca a tu madrina, que es un hada, y acudirá en un momento. |