Al otro lado del rio de Jack Ketchum
El oeste era gangrena y sed, y ríos rojos de sangre, y cielos tan grandes que podrían aplastarte como a un gusano.
|
Al otro lado del rio de Jack Ketchum
El oeste era gangrena y sed, y ríos rojos de sangre, y cielos tan grandes que podrían aplastarte como a un gusano.
|