Violeta de Isabel Allende
Pronto abandonaré este cuerpo desarmado que tan bien me ha servido durante un siglo entero, pero está finalmente derrotado. —¿Me estoy muriendo, Etelvina? —Sí, señora. ¿Tiene miedo? —No. Estoy contenta y siento curiosidad. ¿Qué habrá al otro lado? —No sé. |