Violeta de Isabel Allende
La realidad es que cada uno es responsable de su propia vida. Nacemos con ciertas cartas del naipe, y con ellas jugamos nuestro juego; a algunos les tocan malas cartas y lo pierden todo, pero otros juegan magistralmente con esas mismas cartas y triunfan. El naipe determina quiénes somos: edad, género, raza, familia, nacionalidad, etcétera, y no lo podemos cambiar, sólo podemos usarlo lo mejor posible.
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