Hasta que nos quedemos sin estrellas de Inma Rubiales
—Te prometo que pensaré lo del psicólogo. Quiero ponerme como prioridad y esforzarme por ser una persona mejor. Le prometí a mi hermana que empezaría a brillar y... quiero hacerlo. Él esboza una media sonrisa y me aparta el pelo de la mejilla. —Llevas brillando mucho tiempo, Maia. Con una luz más tenue en los malos momentos y mucho más potente en los buenos, pero brillando, al fin y al cabo. |