Hasta que nos quedemos sin estrellas de Inma Rubiales
—No tienes ni idea de lo fuerte que eres, Maia. -¿Por dejar que me cures sin ponerme a lloriquear? —intento bromear. Sacude la cabeza. —No. Por todo lo demás. Me lo demuestras cada día que pasa. Se me forma un nudo en la garganta. —No es verdad —contesto—. No sabes la de veces que me he derrumbado. —Ser fuerte no significa que seas de piedra. Todos pasamos malos momentos porque, nos guste o no, la vida es así. La diferencia está en lo que hagas después. Puede que te derrumbes, pero sigues adelante a pesar de todo. Por eso eres fuerte. Más de lo que te imaginas. |