El excéntrico señor Dennet de Inma Aguilera
(...) no terminaba de comprender muy bien mis impresiones hacia él. En verdad lo apreciaba de una forma muy contradictoria. Por un lado, me resultaba encantadora su parte atenta y sacrificada, la que me mostraba como hombre trabajador y como hermano. Por otro, detestaba esa actitud arrogante y excéntrica suya cuando había desconocidos delante, incluso cuando estos desconocidos se iban convirtiendo cada vez más en conocidos.
|