La botánica de los sentimientos de Ilaria Bernardini
—Si no me darías un beso, me moriría —me dice Nico por la noche antes de acostarse. —Si no me dieras un beso, me moriría —lo corrijo y lo beso. Le corrijo solo el verbo, porque el concepto me parece acertado. —Sin besos el cuerpo enferma. Sobre todo las piernas —específica él. |