Las ilusiones perdidas de Honoré de Balzac
Estos pobretones se acostumbrarán a recibir el alquiler de su imprenta, contarán con él y contraerán deudas. Dentro de seis meses no renovaremos el arrendamiento, y entonces veremos lo que ese genio ha descubierto, pues le propondremos para sacarle del apuro asociarnos con él para explotar su descubrimiento.
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