Las ilusiones perdidas de Honoré de Balzac
Lousteau hizo cuatro partes con dicha suma, que repartió entre los escritores. Lucien no sentía ya ningún orgullo, la miseria había matado todo sentimiento en él; lloró delante de aquellos tres artistas contándoles su situación; pero cada uno de sus colegas tenía un drama propio que contar tan horrible como el suyo; cuando cada uno explicó su historia, el poeta se sintió el menos desgraciado de los cuatro
|