Las ilusiones perdidas de Honoré de Balzac
Al público de los bulevares no le gusta este género, quiere que le atiborren de emociones. El ingenio aquí no se aprecia. Esta noche todo depende de Florine y de Coralie, que son encantadoras en cuanto a gracia y belleza. Estas dos criaturas llevan faldas muy cortas, bailan una danza española y pueden conquistar al público.
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