Homeric Problems de Heráclito de Éfeso
Lo que ocurre es que el fuego tiene una doble esencia: la del éter, como hemos dicho anteriormente, que ocupa la zona más elevada del espacio, y que no carece de ningún elemento para ser perfecto, y la del fuego que se encuentra a nuestra altura, a ras de tierra; es perecedera, y su llama, replegándose sobre sí misma, necesita ser reavivada a cada momento.
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