Una balada de invierno y magia de Heather Fawcett
Vientos incorpóreos cruzan la dehesa silenciosos cazadores cercan a su presa. Entre las estrellas un plebeyo camina, en algunos corazones un bosque germina. Ninguna espada, flecha o hechizo enmudece la insustancial canción de la naturaleza. Antes de que más nevadas de invierno sean trece el niño de las estrellas termina con la bestia. |