Guillermo Cabrera Infante
Billy Wilder es un Oscar Wilde heterosexual, sólo que Wilder. En vez de cigarrillos de boquilla dorada que compra cuando no puede permitírselos, desperdicia habanos con gente que no los puede fumar, como Fred Clark, el productor dispéptico de El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard). Más tarde tiene al verdadero Cecil B (de Mille) dándole la bienvenida a Norma Desmond de pura lástima: Un De Mille gloriosus. Wilder no fuma puros. Esa es la razón por la que no es Lubitsch. Eso y que no necesita una escalera al paraíso. Ya está en el infierno de los actores.
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