Recuerdos e invenciones de Myrtle Beach de Gorka Calzada
Nuestra escritura debe tener el tinte afectivo de una historia a viva voz, la temperatura emocional del relato que le contaríamos a un amigo en un bar. Siempre con la voluntad de decir la verdad. Cada uno la suya, por supuesto. Porque, como dijo Kant, el mundo es un reflejo de la mente.
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