Linden Hills de Gloria Naylor
Cada día de paga, mi madre recibía una paliza de un hombre que no soportaba la idea de traer a casa un cheque que solo daba para tres y había que alargar hasta los ocho que éramos, de modo que se bebía la mitad. Y Ella se quedó, Les. Se quedó porque una cara llena de moretones y la mitad del cheque era mejor que la beneficencia, el único sitio donde ir con seis hijos y sin ninguna educación. Crees que la gente puede vivir así, Mierda?
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