Las Gafas De Oro de Giorgio Bassani
Ese Dediliers, en el fondo, no era más que un muchacho viciado, un siverguenza al que el servicio militar, en su momento, acabaría volviéndole utilísimo. Por el contrario, él, no. A un señor de su condición, de su edad, de ninguna manera se le podía excusar
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