El título me llamó mucho la atención y quise saber que pasaría si los Reyes Magos no tuvieran a sus camellos. Me ha encantado leer este cuento contado por la madre de Lucía y María a sus hijas. Sobre todo, me ha encantado el final, que me ha sacado una sonrisa. Me gusta mucho para contárselo a los niños. Está recomendado para niños de 3 a 8 años, pero yo incluso ampliaría el rango de edad. Las ilustraciones están bien aunque no me han encantado. Pero van acorde con el texto y el mensaje que nos quiere transmitir, que es lo verdaderamente importante. |