Tormenta de espadas de George R.R. Martin
—Cállate, Cercei. Joffrey, cuando tus enemigos te desafíen, debes responderles con acero y fuego. Pero cuando se pongan de rodillas, debes ayudarlos a levantarse. De lo contrario, nadie volverá a arrodillarse ante ti. Y si alguien tiene que decir «Yo soy el rey», es que no eres el rey. Aerys no lo llegó a entender, pero tú lo entenderás. Cuando haya ganado la guerra en tu nombre, restauraremos la paz del rey y la justicia del rey.
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