Sueño del Fevre de George R.R. Martin
Esta ciudad, con el calor, los colores vivos, los olores, los esclavos... Todo está muy vivo en Nueva Orleans, pero creo que por dentro hay enfermedad y podredumbre. En apariencia, todo es opulento y hermoso: la gastronomía, las costumbres, la arquitectura... Pero por debajo... Cada uno de esos patios tan hermosos tiene un pozo de aspecto exquisito, pero luego pasan las carretas que venden barriles de agua del río, y es que resulta que el agua de los pozos no se puede beber. Las salsas y las especias son deliciosas, hasta que se sabe que su objetivo es disimular que la carne se está pudriendo. Paséese por el mercado de Saint Louis y admire todo ese mármol, la hermosa cúpula, la luz que entra en la rotonda, para después enterarse de que es un famoso mercado de esclavos, donde se venden seres humanos como si fuera ganado. Aquí hasta los cementerios son bonitos: nada de tumbas sencillas y cruces de madera, sino grandiosos mausoleos de mármol, a cuál más altivo, con estatuas y bellos pensamientos poéticos grabados en la piedra. Pero dentro de cada uno hay un cadáver que se pudre, infestado de larvas y gusanos. Hay que encerrarlos en piedra poque la tierra no sirve ni para enterrar y las tumbas se llenan de agua. Y la pestilencia cubre como un sudario esta hermosa ciudad.
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