Los Effinger de Gabriele Tergit
Es verdad que tiene que ser muy hermoso cocinar para un hombre al que amas. Y yo quiero una persona que me guíe. Pero nuestros jóvenes, o están ellos mismos buscando o tienen objetivos a muy corto plazo. Ya en clase ocurre eso. Se entusiasman con el socialismo, pero cuando se enteran de que vivo en la Bendlerstrasse les impresiona y les parece incomprensible que no quiera explotar todas las posibilidades que los buenos contactos ofrecen, sino que tenga otras ideas.
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