La asistenta de Freida McFadden
Cuando estás en la cárcel, te ves privado de placeres sencillos, como pasar un rato al aire libre, leyendo en el parque. A veces el anhelo es tan fuerte que incluso te produce dolor físico.
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La asistenta de Freida McFadden
Cuando estás en la cárcel, te ves privado de placeres sencillos, como pasar un rato al aire libre, leyendo en el parque. A veces el anhelo es tan fuerte que incluso te produce dolor físico.
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