Aforismos de Franz Kafka
Después de la muerte de una persona, se produce, incluso en el mundo terrenal, un singular silencio bienhechor en lo que respecta al muerto. por fin ha cesado aquella fiebre terrenal, no se ve ya continuar aquella muerte, parece que se ha subsanado un error, es incluso para los vivos una oportunidad para tomar aliento, por todo lo cual también se abren las ventanas de la habitación del muerto, hasta que se descubre que todo es apariencia y empiezan el dolor y los lamentos.
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