El porqué del color rojo de Francisco Bescós
Nunca ha sido, García, de comidas de hermanamiento ni de meriendas en torno a un brasero. En esas reuniones solo encuentra podredumbre, corrupción, charla vacua y peloteo.
|
El porqué del color rojo de Francisco Bescós
Nunca ha sido, García, de comidas de hermanamiento ni de meriendas en torno a un brasero. En esas reuniones solo encuentra podredumbre, corrupción, charla vacua y peloteo.
|