Olivos de cal de Fran Toro
-Sesenta y largos, setenta -titubeó mientras miraba al suelo, como si fuese a encontrar la respuesta correcta en alguna de las baldosas-, es difícil saberlo. Verá usted, nadie me ha dicho nunca cuándo nací. -Quizá por eso has logrado escapar de la muerte hasta hoy, porque nunca nadie te ha llevado la cuenta de lo que llevas vivido. |