Mi vida de rubia de Flor Aguilera
(…) tenía algo diferente y sus ojos estaban llenos de vida. Era muy seguro de sí mismo, como si le bastara estar solo con sus pensamientos para divertirse.
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Mi vida de rubia de Flor Aguilera
(…) tenía algo diferente y sus ojos estaban llenos de vida. Era muy seguro de sí mismo, como si le bastara estar solo con sus pensamientos para divertirse.
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