Entonces supe que iba a morir de Fernando de la Cierva Bento
Todas las mañanas son iguales. O al menos se parecen mucho unas a otras. [...] Y ese día, que empieza, tan parecido a los demás, puede ser el principio o el final de algo o de alguien o quizás suponga un punto de inflexión en la vida de una persona. Y eso es algo que al despertarse nadie sospecha que puede llegar a suceder.
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