El esclavo de Velázquez de Fernando Villaverde
Me asombra una vez más la prodigiosa técnica, la pincelada suelta, la materia depositada en el lienzo como si cualquier cosa, como si no hubiera un criterio o un fin que guiara la mano del pinto. Un misterio. Me alejo, y todo lo que parecía hecho al desgaire cobra ahora pleno sentido. Un misterio. |