Los nombres del fuego de Fernando J López
Eso es lo malo de esta vocación estúpida de la escritura, que exige ejercicios de sinceridad que duelen demasiado. Porque no se puede escribir desde la mentira. Ni desde la hipocresía... O sí. Sí que se puede. Se puede usar una máscara y que todo lo que salga suene falso. Ridículo. Pero eso no es literatura. Ni siquiera cuando se publica.
|