Pensamientos de un viejo de Fernando González
El amor no existe; existe el ansia de amor. El amor sería la comprensión perfecta de dos corazones. Al menos ese es el deseo del amante. Pero es imposible comprender otro ser diferente. El hombre no puede verse sino a sí mismo. Ansia de amor: eso es lo único que hay en el corazón... Cuando el amado ha muerto, en el amante aparece un reflejo más puro del amor, porque ya no hay afirmaciones y negaciones, y el amante puede soñar y verse a sí mismo en el muerto.
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