Urtain: Retrato de una época de Felipe de Luis Manero
Se corre la voz, además, de que Urtain no se entrena ni se cuida. Que fuma, que bebe, que se va de juerga, pero que a la mañana siguiente destroza al que sea. Las gentes creen que su fuerza es sobrenatural, primitiva, como sacada de las entrañas de la misma tierra. Dicen que en lugar de brazos tiene mazas, que su pecho es de hierro y su corazón de oro. Es un ejemplar singular de vasco, uno de los nuestros. Que se enteren todos que los de aquí somos diferentes. Un hombre especial, este Urtain.
|